A un día de presentar sus condolencias por las matanzas de El Paso y Dayton en Estados Unidos, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a defender en una entrevista que la población pueda comprar y portar armas con la misma facilidad que en Estados Unidos.
Cabe recordar que la propuesta del mandatario brasileño es una promesa de campaña, que forma parte de un paquete más amplio y controversial que incluye la reforma del Código Penal.
Dicha modificación a la ley busca proteger de ser enjuiciados a los policías y militares que, alegando defensa propia, maten a un presunto delincuente o a alguien en respuesta a una amenaza.
Dicha ley se conoce como «excluyente de ilícito», que también podrían hacer valer aquellos ciudadanos que se sientan amenazados y que se defiendan con un arma de un asalto.
En contraste, en 2003, el Estatuto de Desarme impulsado por la administración de Lula da Silva restringió el acceso de civiles a armas. Hoy, Bolsonaro propone lo contrario.
Algunos han calificado como de retórica más cruda, la del político de extrema derecha, quien aseguró que con la puesta en marcha de esta reforma de ley, que aún tiene que aprobarse en el Senado, los criminales «morirán en la calle como cucarachas».