Durante la última jornada de su testimonio, el hijo de Ismael “Mayo” Zambada, Vicentillo Zambada, afirmó ante el tribunal neoyorkino que Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera «no es mi enemigo», pero tampoco «un mito».
En su participación, el abogado de la defensa, Eduardo Balarezo, indicó que la información que estaba aportado en el juicio lo convertía en adversario Guzmán a lo que el Vicentillo respondió:
«Él sabía que testificaría (en contra) porque me declaré culpable cuando él estaba libre, con mi padre, y me comprometí a cooperar con la Fiscalía», insistió Vicentillo, que reafirmó: «No veo el futuro y no sabía que mi compadre Chapo estaría aquí. No es mi enemigo», agregó.
Durante los tres días de testimonio, el hijo de “Mayo” Zambada, relató cómo el “Chapo” Guzmán le narró la huida de prisión a bordo de un carro de lavandería, cómo su padre y Guzmán se encargaban de los asesinatos de rivales.
Así como los contactos que el Joaquín mantuvo con la DEA mientras estaba prófugo y que Guzmán le puso en contacto con las autoridades estadounidenses cuando quiso salir del cartel.
Al finalizar el juicio, se despidió cordialmente de Guzmán Loera con un educado cabeceo, que el acusado correspondió en la que probablemente sea la última vez que ambos exlíderes del cártel de Sinaloa se vean frente a frente.