Dos de los niños eran sus hijos y los otro dos, los de su novia.
Una verdadera tragedia ocurrió ayer en Orlando, Florida, ya que un sujeto mató a cuatro menores, para después suicidarse.
Los hechos se originaron desde el domingo, cuando una mujer denunció por teléfono un caso de violencia doméstica, al ser agredida por su novio.
Cuando la Policía arribó al lugar, el responsable de los hechos se atrincheró y disparó contra los agentes, resultando uno de ellos lesionado.
El sujeto, identificado como Gary Lindsey, de 35 años de edad, tomó a sus dos hijos y a los dos de su novia como rehenes, niños de 1, 6, 10 y 11 años.
Tras 21 horas de permanecer atrincherado y tras darse cuenta de que uno de los niños estaba muerto, los agentes decidieron entrar al departamento a las 21:00 horas de ayer, momento en el que Lindsey se suicidó.
Las autoridades confirmaron que Lindsey estaba en libertad condicional, precisamente por un caso de violencia doméstica y tenía antecedentes penales por robo.