Donald Trump y su política antiinmigrante sufrió un duro golpe legal, ya que John Bates, juez de distrito, ordenó continuar con la aplicación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
La orden judicial va más allá, puesto que indica que se continúe aceptando a nuevos solicitantes.
El juez Bates catalogó la cancelación del programa como una decisión “virtualmente inexplicable” y “fuera de la ley”.
Por este motivo, la autoridad judicial le dio al Gobierno de Donald Trump un plazo de 90 días para que exponga motivos de peso que ameriten la cancelación del programa.
Esta determinación es, tal vez, el más duro revés para el presidente Trump y sus esfuerzos por endurecer las medidas migratorias.