Hace unos minutos se anunció el fallecimiento del exgeneral Luciano Benjamín Menéndez, una de las figuras fuertes de la dictadura argentina (1976 – 1983).
El represor, conocido como «La Hiena», murió a los 90 años de edad un hospital, víctima de cáncer.
Menéndez es uno de los personajes más notables dentro de los represores argentinos, pues fue el primer exmilitar en ser condenado por crímenes de lesa humanidad y el que más sentencias acumula: en total 13 cadenas perpetuas.
Los últimos años los pasó en prisión domiciliarias por su precario estado de salud y por su avanzada edad, aspecto que fue criticado por grupos de activistas y familiares de las víctimas.
Algunas personas, como la legisladora Liliana Montero, lo catalogan como el peor genocida de la Argentina.
Estuvo al mando del Tercer Cuerpo del Ejército y controlaba nueve provincias del centro y noroeste del país.
Menéndez ordenó la creación de un centro clandestino de detención y tortura en Córdoba, llamado La Perla, lugar en el que miles de disidentes políticos fueron asesinados.
«La Hiena» nunca se arrepintió de sus crímenes, al contrario, durante las audiencias siempre se mostró orgulloso de su papel durante la dictadura.
«La persecución a los delincuentes subversivos no fue represión (…) Aplicando las leyes, las Fuerzas Armadas cumplieron la misión encomendada por la Nación de vencer al enemigo», manifestó en una estas audiencias.