La situación que prevalece en Brasil por el avance del virus de la fiebre amarilla genera preocupación en el Gobierno de dicho país y en la sociedad en general.
Si bien este virus ha estado presente en territorio brasileño desde la época colonial, se ha venido observando un crecimiento inusitado de casos de este padecimientos desde el año pasado, alcanzando el nivel más alto registrado en los últimos 50 años.
El Ministerio de Salud de Brasil confirmó que en los últimos siete meses se han presentado 464 casos de fiebre amarilla, dejando un saldo de 154 muertos.
El virus parece no ceder, a pesar de que el Gobierno de Michel Temer continúa lanzando campañas de vacunación.
Los estados más afectados se encuentran en la zona sur de Brasil.
Esto ha motivado que los países vecinos de Brasil refuercen sus mecanismos de salud y vacunación, ante una posible propagación del virus fuera de las fronteras brasileñas.
¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad que puede ser mortal y se adquiere a través del piquete el mosquito «Aedes aegypti. No se contagia entre humanos.
Es difícil de diagnosticar, pues sus síntomas se pueden confundir con los de otros padecimientos.
Entre estos síntomas se encuentran: fiebre, dolores musculares y de espalda, dolores de cabeza, escalofríos, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, de acuerdo con lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Algunos pacientes manifiestan una segunda etapa, la cual puede llevar a la muerte gracias a síntomas como fiebres altas, ictericia, hemorragias y una progresiva incapacidad renal