Este verano, el impacto del cambio climático ha alcanzado un hito preocupante, con la superficie de los océanos alcanzando una temperatura récord de 20.96 grados Celsius, según el observatorio europeo Copernicus.
El aumento de 0.01 grados Celsius en comparación con el récord anterior de 2016 (20.95 grados Celsius) representa una amenaza para diversas formas de vida marina, según advierte el profesor Piers Forster, experto en cambio climático.
Los océanos, que absorben el 90% del exceso de calor generado por la actividad humana de la era industrial, se convierten en un indicador clave de los desafíos ambientales que enfrenta el planeta.