Durante el pasado miércoles 4 de mayo, el Napoli hizo historia tras alzarse como los campeones de la Serie A luego de 30 años sin lograrlo, y en ese equipo que ha maravillado al mundo con jugadores como Oshimen y Kvaratskhelia, también reluce un mexicano: Hirving Lozano.
Como no suele suceder, ahora un mexicano fue parte esencial de una gesta mundial, el Napoli, pese a ser un equipo de tradición, nunca ha sido muy ligado a ganar demasiados títulos, y carga en su espalda con el peso de haber tenido en sus filas a uno de los más grandes exponentes del deporte: Diego Armando Maradona, quien justamente fue el último en guiar a un plantel napolitano al título italiano.
El ‘Chucky’ logró recuperarse de temporadas en que apenas era tomado en cuenta por los entrenadores que desfilaban en el club, hasta que llegó Luciano Spalletti y el papel del mexicano pasó a ser el de un titular crucial.
Lozano ha sabido desempeñar un rol que le encanta al director técnico: el de sacrificio. El mexicano se mueve de arriba abajo por su costado, ya sea para ayudar a su lateral a defender dos contra uno, o para atacar que es lo que mejor sabe hacer, o quizá para abrir el terreno de juego y liberar espacios por el centro, e incluso servir de balones y asociarse con sus compañeros del tridente y ahora ídolos del club: Kvicha y Oshimen.
No se dimensiona tanto, pero Lozano ha sido campeón en cada club donde ha jugado, por lo que su presencia ya se puede traducir en títulos, y ha destacado en un club en el que era complicado hacerlo, ahora ‘Chucky’ siempre podrá contar que él fue artífice de un título que una ciudad entera esperó durante tres décadas, y tocó la misma gloria y con la misma camiseta que el gran Maradona.