Aunque autoridades de organismos como la OMS han repetido que no existe un remedio para tratar el COVID-19, los latinoamericanos no pierden la esperanza.
Y esta creencia cobra más fuerza en Bolivia, donde el gobierno respalda la práctica de medicina ancestral.
Tanto así, que su práctica está garantizada y regulada en la Constitución Política de Bolivia desde el año 2009.
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Así, no es poco común ver largas filas en los mercados de personas que esperan su turno para entrar a cabinas de desinfección.
En dichos lugares se dan “baños de vapor” con plantes medicinales andinas, a los que acuden los trabajadores que no pueden quedarse en casa.
Esto, porque creen que se trata de una ayuda para que no se enfermen del virus.
La técnica de los curanderos
Las prácticas de baños de vapor ofrecidas por los curanderos incluyen mezclas de plantas, como:
- Eucalipto.
- Wira wira.
- Manzanilla.
Las hierbas se colocan en agua hirviendo, para luego realizar vaporizaciones.
¿Qué dice el gobierno?
Para Ana Choque, encargada de Medicina Tradicional del Ministerio de Salud, el uso de hierbas ayuda a la desinflamación y desinfección del organismo.
Ella considera que es importante que el gobierno respete los usos y costumbres milenarias de los pueblos, pese a la pandemia.
Pero, además, considera que las autoridades deben concientizar sobre la importancia del lavado de manos y otras medidas de prevención.
Esto, tanto en español como en aymara.
Dicha postura es compartida por Felipe Quilla, viceministro de Medicina Tradicional.
Voces en contra
Claro que no todos están de acuerdo con esas prácticas, sobre todo los especialistas.
Ellos consideran que los “baños de vapor” son una charlatanería, pues no hay estudios que certifiquen el uso de cámaras para desinfectar o prevenir enfermedades respiratorias.