El humo que desde el lunes cubre el cielo de Santiago, procedente de los incendios forestales de Australia, permanecerá sobre la capital mientras continúe el desastre y, según la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), se prevé que se extienda por el resto del continente.
El cielo chileno amanece desde hace días cubierto de una neblina gris y en la capital, cuyo paisaje habitual lo adornan kilómetros de grandes montañas -los faldones de la cordillera de Los Andes- luce desde el lunes una cortina de humo que envuelve las formaciones rocosas.
El mayor peak de humo en la atmósfera chilena se registró según la DMC el pasado martes, coincidiendo con un momento de alta intensidad de los incendios de Australia, cuando una masa que cruzó inicialmente el sur de Chile fue advertida en la zona centro al cubrir el cielo y atenuar el sol.
El humo de los devastadores incendios, que ya han calcinado 6 millones de hectáreas y han dejado al menos 26 fallecidos, llegó a Chile tras viajar más de 13.000 kilómetros por el océano Pacífico.
A pesar de las lluvias que alivian a los bomberos australianos desde hace dos días, los incendios persisten y expertos de la Dirección Meteorológica de Chile vaticinan que la nube de humo que llegó a Latinoamérica permanecerá mientras continúen los fuegos.