El gobierno de El Salvador ordenó la expulsión de los representantes diplomáticos venezolanos nombrados por el Ejecutivo de Nicolás Maduro y les dio 48 horas para abandonar el territorio nacional.
El mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, señaló la víspera mediante un comunicado divulgado a través de la cuenta de Twitter, que San Salvador reconoce como presidente encargado de Venezuela al presidente de la Asamblea Nacional, el diputado opositor Juan Guaidó.
La decisión de expulsar a los diplomáticos nombrados por Maduro es «coherente» con las declaraciones ofrecidas por Bukele en las que no reconoce la legitimidad del gobernante venezolano.
Tras realizar una visita a Venezuela, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, emitió un informe en julio en el que denunció el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas, las ejecuciones extrajudiciales y casos de tortura, sin embargo, el gobierno de Maduro aseguró que la expresidenta chilena «mintió» en su reporte.
Además, se indica que la medida es cónsona con el voto de El Salvador en la sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) del 28 de agosto, cuando 21 países votaron en apoyo al informe de Bachelet, donde «se admitió y certificó que el régimen de Maduro realiza violaciones sistemáticas a los derechos humanos contra los venezolanos».
En tanto, el gobierno de Bukele anunció que «reconoce la legitimidad del presidente encargado, Juan Guaidó», hasta que se realicen elecciones libres, en concordancia con la Constitución venezolana.
Agregó que El Salvador «apoyará votaciones libres, supervisadas por la comunidad internacional y que garanticen la voluntad del pueblo hermano de Venezuela».
Bukele rompió con esta decisión el apoyo de las pasadas administraciones, específicamente las del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que brindaron a Maduro y a su antecesor, Hugo Chávez.