Las costas brasileñas se encuentra bajo una emergencia ambiental. Unos 2.250 kilómetros de esta región fueron afectados por toneladas de petróleo.
La procedencia del mismo todavía se desconoce, aunque el Gobierno de Brasil señala como responsable a la estatal petrolera de Venezuela (PDVSA). Más allá de los señalamientos, la situación está fuera de control.
“El Ejército está organizando una brigada con sede en Recife (noreste) que tiene más o menos unos 4 o 5 mil hombres. Está siendo dispuesta como refuerzo adicional a los equipos que ya actúan adscritos a las esferas municipales y regionales”, dijo el vicepresidente de Brasil Hamilton Mourao, según consignó la AFP. Hasta el momento, la marina ha logrado retirar unas 900 toneladas de crudo.
En las tareas han ayudado decenas de voluntarios, ya sea con máquinas o rastrillos manuales. Las imágenes han causado conmoción. Animales marinos atrapados, y sobre todo la de un niño bañado en crudo, reflejan la lamentable situación.
Según la agencia ambiental Ibama, el incidente se detectó por primera vez el 2 de septiembre. Hasta la fecha 187 localidades del noreste brasileño han sido afectadas y están a la espera de un “plan nacional de contingencia” para enfrentar el derrame petrolero.
Aunque por el momento no existe un claro culpable, Brasil sostiene que todo fue producto de un barco petrolero venezolano. En medio del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a este país, un buque habría intentado transportar clandestinamente crudo para ser comercializado.
PDVSA ha negado las acusaciones. “Podría ser un barco navegando ilegalmente, yendo por rutas poco conocidas, que podría estar transportando crudo de Venezuela pese a las sanciones”, señaló la oceanógrafa Maria Christina Araújo, de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN).