El azote y la furia del huracán de categoría 5 Dorian que se encuentra sobre las Islas Ábaco ha causado una caída en las comunicaciones, cientos de viviendas destruidas, calles convertidas en auténticos ríos y tanto vehículos como casas sumergidos, así como falta de luz, mientras los escasos habitantes de Gran Bahama sienten también sus efectos.
Medios locales ofrecen testimonios dramáticos de habitantes de las Bahamas, donde Dorian tocó tierra este domingo en el Cayo Elbow, en las islas Ábaco del archipiélago atlántico.
En las imágenes difundidas por varios habitantes son visibles coches y casas de las que solo se ve el tejado sumergidos debido a las inundaciones que han convertido las calles en ríos, todo ello acompañado de vientos entre 297 y 350 kilómetros por hora.
También hay postes de la luz y árboles arrancados y esparcidos por el viento, además de innumerables casas sin techo y pertenencias repartidas por los alrededores.
«No se puede distinguir el inicio de algunas calles con el del mar en muchas partes», dijo este domingo el primer ministro bahameño, Hubert Minnis.
Cientos de personas se encuentran refugiadas en las 14 iglesias y escuelas habilitadas como refugios.
Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, el lunes y martes Dorian seguirá moviéndose hacia el oeste más lentamente que ahora y después hará un giro gradual hacia el noroeste.
«Se espera que Dorian siga siendo un huracán catastrófico durante los próximos días», señala el NHC.