Este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reavivó sus acusaciones contra Google, al afirmar, sin ofrecer evidencia, que el gigante tecnológico trabajó para interferir en su campaña de 2016, advirtiéndole que le estaba observando «muy de cerca».
Fue a través de una serie de publicaciones en Twitter, que Trump lanzó las acusaciones; además criticó al presidente ejecutivo de Google, Sundar Pichai, y cuestionó los trabajos de la compañía con China, a pesar de los comentarios previos de su propio gobierno respecto a que estos vínculos serían limitados.
El mandatario norteamericano culpó a Google de actos «muy ilegales», pero no ofreció pruebas, tampoco se han anunciado o presentado cargos formales.
Donald Trump enlistó las acusaciones injustificadas de varias personas, incluido el presentador de Fox News, Lou Dobbs y el ex empleado de Google, Kevin Cernekee.
Cabe recordar que el mes pasado Trump y Pichai se habían reunido en la Casa Blanca, y que posterior a la reunión el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, declaró que ambos habían asegurado que cualquiera de los trabajos de Google con China era «muy, muy limitado».