Gina Haspel, candidata nominada por Trump para dirigir la CIA, juró ante el Senado de Estados Unidos que no reanudará el programa de tortura dirigido por ella, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Haspel tuvo hoy una comparecencia ante la Comisión de Inteligencia de los senadores, como parte del proceso de evaluación .
“Entiendo que mucha gente en el país quiera conocer mis posiciones acerca del anterior programa de detención e interrogatorios de la CIA», reconoció la nominada, al tiempo en que prometió que no se repetiría ese programa.
“Tengo una opinión sobre este tema y quiero ser muy clara. Habiendo servido en esos tiempos turbulentos, puedo ofrecerles mi compromiso personal, claro y sin reservas, de que bajo mi dirección, la CIA no reanudará tal programa de detención e interrogatorio», puntualizó.
Gina Haspel no es una improvisada, ya que cuenta con 33 años de experiencia como espía – agente encubierta.
De hecho lo que genera más controversia es precisamente ese pasado, ya que en 2002 se encargó de dirigir una prisión clandestina de la CIA en Tailandia, en donde varios presuntos integrantes de Al Qaeda fueron interrogados, bajo la tortura del “ahogamiento simulado”.
Esta técnica consiste en verter agua sobre el rostro del interrogado, cubierto con una tela, lo que genera una sensación de asfixia.
Los “interrogatorios” fueron grabados, pero las cintas fueron destruidas por orden precisamente de Haspel, a pesar de no tener el visto bueno de la Casa Blanca.