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El martes las calles de Nicaragua amanecieron vacías, casi todos los comercios cerraron debido a los saqueos que ocurrieron, ya que en días pasados el pueblo estaba en la calle solicitando la salida de Ortega del poder.
La ley que se modificó fue retirada, pero esto no apaciguó a los nicaragüenses que ya cansados de la gestión de Daniel Ortega ahora exigen que las riendas del país sean llevados por otra administración.
La represión de los cuerpos de seguridad de Ortega dejaron un saldo de al menos 28 muertos, entre ellos dos policías, un adolescente y un periodista, 428 heridos, y más de 200 manifestantes arrestados o desaparecidos.
El modo en el cual actuó la seguridad fue repudiado por la comunidad internacional. de igual forma fue comparado con la actuación de los cuerpos represivos de Venezuela.
Expresidentes del grupo IDEA reprocharon esta forma de actuar a la cual calificaron como guión cubano para someter a los pueblos, ya que estas prácticas se han utilizado en países donde los mandatarios están alineados con el régimen de los Castros.
Tras las reacciones de distintos países y organizaciones el gobierno liberó a decenas de jóvenes detenidos y levantó el bloqueo a un canal de televisión censurado, en un intento de contener la peor crisis en sus más de once años de mandato.
Los nicaragüenses ahora quieren que Daniel Ortega y Rosario Murillo salgan del poder ejecutivo del país, además que se respete la libertad de expresión y contra la represión de los cuerpos de seguridad.
Según el director adjunto del Centro para América Latina del Atlantic Council, Juan Felipe Celia, el presidente Ortega ha sido acusado de usar los fondos del sistema de seguridad social para proyectos de sus aliados políticos en la región.
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