Daniel Ludeña era amigo de la familia Sosa, quienes también eran sus vecinos en un barrio humilde que pertenece a Córdoba, Argentina.
Sin embargo, el sábado pasado decidió raptar a Abril, la hija de cuatro años de los Sosa, la llevó hasta su casa y le quitó la vida para después esconder el cadáver en un terreno abandonado.
Este crimen ha golpeado no sólo el barrio cordobés, sino toda Argentina, debido a que el supuesto asesino le ofreció la ayuda a sus vecinos para localizar a la menor cuando fue reportada como desaparecida.
Las autoridades decidieron investigar a Ludueña debido a que un vecino les contó que existía el rumor de que tenía antecedentes penales por violación y darle muerte a uno de sus sobrinos.
Tras la visita de los policías, Ludueña se quebró y confesó el crimen para luego indicar el lugar donde arrojó el cuerpo de Abril.
Hasta el momento se desconoce si la menor fue abusada sexualmente, pero si esa sospecha se confirma en la autopista, el presunto culpable podría tener una condena de cadena perpetua por violación infantil y homicidio criminis cau