A pesar de que fue ratificada y aumentada su condena por corrupción, Luis Inácio Lula da Silva, se lanzó oficialmente como candidato a la presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT).
Según en palabras del exmandatario, este movimiento no es para protegerse de la justicia.
“No estoy queriendo ser candidato para protegerme. Mi protección es mi inocencia”, aseguró Lula ante la comisión nacional del PT.
Además, el político negó de nuevo la propiedad del departamento de tres plantas que el Ministerio Público y los jueces le adjudican como recompensa de favores políticos a la empresa constructora OAS y pidió una movilización social para permitir que la izquierda llegue al poder en 2018.
De esta manera, el PT cerró filas y eligió a Lula da Silva como su candidato a pesar del riesgo que supone la condena en segunda instancia, ya que podría dejar a la izquierda sin candidato a semanas de las elecciones.
Según juristas, el expresidente brasileño, podría ser encarcelado en un plazo menor a dos meses.