El suspenso aumenta para el expresidente y candidato a un nuevo mandato en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pues el mismo tribunal que le sentenció a 12 años de cárcel rechazó los recursos presentados por su defensa.
De esta manera, el líder de izquierda tiene un pie dentro de la cárcel, siendo el 4 de abril cuando se defina su futuro legal, puesto que ese día la Corte Suprema analizará un «hábeas corpus» presentado por los abogados del político brasileño.
Los cargos contra Lula son corrupción pasiva y lavado de dinero, relacionados con malos manejos en la estatal Petrobras, delitos por los que se le sentenció a 12 años de cárcel.
De esta manera no sólo se pone en juego la libertad del líder del Partido del Trabajo, sino su candidatura presidencial, aspecto importante, ya que Lula es el candidato que lidera ámpliamente en las encuestas.